Luís Montenegro: “La UE se construye sobre la paz y la prosperidad”

Con profundo orgullo, gratitud y responsabilidad, el actual primer ministro, Luís Montenegro, afirma participar en las celebraciones de una adhesión que fue también la continuación de un destino colectivo: formar parte de una Europa construida sobre los valores de la paz y la prosperidad. La adhesión a la entonces CEE fue fundamental para un futuro de progreso, lo que exige mucho de los portugueses, aunque les abre buenas perspectivas, afirmó.
Una dinámica de profundo crecimiento, consolidada por la visión europeísta del entonces primer ministro Aníbal Cavaco Silva, aguardaba a Portugal, que continúa por esta senda que no se mide solo en cifras, sino en la mejora efectiva de la calidad de vida de los portugueses. Esta, recordó, se ve amenazada por el populismo extremista, las asimetrías territoriales, las asimetrías habitacionales y la competitividad económica, lo que exige un renovado compromiso con el proyecto europeo.
“No siempre hemos aprovechado al máximo las oportunidades”, afirmó, sin duda recordando, para sus adentros, el mal uso del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR). “Sigue siendo el proyecto de cooperación entre naciones más ambicioso jamás lanzado”, afirmó Montenegro. “En 1974, Portugal se abrió a Europa, pero también abrió Europa al mundo”, a través de “la memoria histórica, pero también a través de nuestro humanismo y capacidad de diálogo”, lo que permitió la integración de África, Latinoamérica y Asia en Europa.
“Una Europa competitiva que promueva la cohesión y permita a cada ciudadano realizar su proyecto de vida” es lo que desea Luís Montenegro, “sin espacio para el populismo ni el extremismo”, recordó. “Quiero expresar mi gratitud a quienes trabajaron para que Portugal pudiera formar parte de este fascinante proyecto”, dijo, una gratitud que quiso extender a quienes ahora siguen manteniendo vivo este sueño. “Se necesita el compromiso de todos los ciudadanos” para continuar este proyecto, que debe seguir fortaleciendo al bloque en el contexto global.
Montenegro y el Presidente de la República firmaron luego la llamada Declaración de Lisboa, una especie de "juramento" de que el país sigue comprometido con el proyecto europeo.
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